El cannabis es la droga más consumida en el mundo pero, además, cada vez son mejor conocidos algunos de los efectos médicos de su principal ingrediente activo, el tetrahidrocanabinol. Una investigación con participación española acaba de descubrir que una sustancia producida naturalmente por el cerebro, podría bloquear la mayor parte de los efectos psicotrópicos de esta droga.
Los resultados, que acaba de dar a conocer la revista Science, son fruto de más de 10 años de trabajo por parte de un equipo internacional dirigido por Vincenzo Piazza, de la Universidad de Burdeos, en colaboración con colegas estadounidenses, británicos y españoles. Entre ellos, Rafael Maldonado y Elena Martín-García, del laboratorio de Neurofarmacología de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Como explica Maldonado, la pregnenlona era una sustancia ya conocida, «pero lo que no sabíamos es que cuando se consume cannabis se produce una liberación masiva de este esteroide en el cerebro que frena, en cierta medida, los efectos deletéreos de la marihuana». Maldonado es cauto porque el trabajo se ha llevado a cabo sólo en ratones, pero de replicarse en humanos, estas conclusiones indicarían que la pregnenolona es capaz de limitar de alguna manera los daños de la droga sobre el cerebro.
Martín-García, por su parte, explica que la existencia de este ingrediente natural capaz de frenar los efectos psicoactivos del tetrahidrocannabinol (THC) podría tener importantes implicaciones en el desarrollo «de nuevos tratamientos para la dependencia del cannabis y su intoxicación»; pero también permitirá estudiar mejor las propiedades terapéuticas del THC, sin ninguno de los efectos neurológicos indeseados de la droga en el cerebro.
Es cierto que de momento el trabajo se ha llevado a cabo únicamente en ratas y ratones, pero la pregnenolona también podría administrarse por vía oral en humanos, «aunque todavía no hay estudios controlados con pacientes». Como añade Elena Martín-García, la pregnenolona «se obtiene a partir del metabolismo del colesterol y se encuentra ampliamente distribuida por todo el sistema nervioso central, por lo que es crucial llevar a cabo ensayos controlados para determinar la dosis adecuada para obtener los efectos terapéuticos deseados».
Palazzo y su equipo, estudiaron en los animales cómo diferentes drogas (no sólo cannabis, sino también cocaína, morfina, nicotina o alcohol) afectaban a los esteroides que se producen de manera natural en el cerebro. Sus trabajos permitieron observar que el resto de sustancias aumentaban alrededor de un 300% los niveles de neuroesteroides, pero en el caso de la marihuana el pico de producción de pregnenolona llegaba a casi el 1.500%.
«Esto es así porque el cannabis se fija a unos receptores cerebrales muy concretos, los CB1. Y lo que nosotros hemos observado es que cuando estos receptores aumentan su actividad por la presencia del cannabis, se produce en el organismo una liberación masiva de pregnenolona que, al mismo tiempo, disminuye la actividad de estos receptores cannabinoides que hay en el cerebro», aclara Maldonado.
Hasta ahora, como añade este especialista, los fármacos que se habían intentado desarrollar para proteger el cerebro de los efectos del cannabis funcionaban bloqueando todos los receptores cannabinoides del cerebro, lo que tenía indeseables efectos secundarios (lo que llevó incluso a la retirada del mercado de un fármaco como rimonabant). «La ventaja de este nuevo mecanismo endógeno que bloquea los efectos inducidos por el cannabis es que abre la posibilidad de diseñar nuevos fármacos que disminuyan la actividad endocannabinoide evitando la aparición de estos efectos indeseables», concluye este especialista.
Fuente: ElMundo