La Ertzaintza ha intervenido este miércoles en un caserío de Oiartzun (Gipuzkoa) una plantación de cannabis que pertenece a una cooperativa de consumidores, Ganjazz Art Club, que sostiene que su actividad es legal.
La plantación fue visitada en la legislatura pasada por parlamentarios vascos antes de constituir una ponencia específica para estudiar la regulación de los clubes de cannabis, trabajos que se retomarán este viernes en la Cámara de Vitoria.
La operación ha sido confirmada por el Departamento vasco de Seguridad, que no obstante no ha ofrecido ningún detalle sobre las circunstancias de esta intervención. Sin embargo, la asociación Ganjazz Art Club, ha explicado en un comunicado que esta plantación pertenece a este grupo formado por 300 cooperativistas y que su destino es el consumo propio, una actividad que es legal.
Según los datos aportados por este grupo, en los invernaderos intervenidos había 110 plantas maduras y de tamaño medio, además de otras 800 plantas pequeñas de 25 centímetros y en estado vegetativo y 600 brotes de semillas.
Es la cuarta vez que su actividad «ha sido puesta en tela de juicio»
«Nuestro peritaje agrícola se ajusta a las previsiones del colectivo y es acorde a las necesidades que bajo acuerdo previo han declarado consumir individualmente los socios usuarios», ha explicado esta asociación. Se trata de la cuarta vez que su actividad «es puesta en tela de juicio» en sus 12 años de andadura, aunque siempre han resultado absueltos por la Justicia.
Ganjazz Art Club ha indicado además que notificó en su día al Departamento de Seguridad la ubicación de su plantación y que sus estatutos están aprobados por la Administración vasca. En ellos se recoge «la legitimidad de la autoorganización del consumo de cannabis respetando la ley vigente» con el objetivo de «poner en marcha programas de reducción del riesgo y prevención del daño asociado a la salud individual y pública».
En su opinión, la Ertzaintza «no dispone de directrices suficientes para verificar la licitud y legalidad» de su actividad, por lo que ha pedido al Gobierno vasco que marque «de una vez por todas, directrices claras para que miles de usuarios no sean criminalizados».
Este caso es similar al de una plantación de marihuana incautada por la Guardia Civil en Zizurkil el pasado 26 de septiembre, que pertenecía a la Asociación de Estudios y Usuarios del Cáñamo de Bilbao (PARE). Esta asociación ha presentado un escrito ante el juzgado de Tolosa en el que solicita la devolución de la marihuana, ya que pertenece a un colectivo legalmente inscrito en el registro de asociaciones del Gobierno vasco y que tenía alquilados los invernaderos al dueño del caserío en el que se desarrolló la operación, quien fue detenido.
Fuente: ElPais