Este año la República Checa ha aprobado una ley que legalizará el uso médico del cannabis el próximo 1 de abril, fecha en la que entrará en vigor, pero manteniendo estrictas restricciones a su cultivo, venta e importación. Para la mayoría de los pacientes la solución sigue siendo cultivar su propia planta. Se estima en 20.000 los que cumplirían los criterios para un tratamiento con cannabis, pero no tienen la oportunidad de obtenerlo legalmente – normalmente hasta ahora la policía hace la vista gorda a estos cultivadores que en teoría podrían sufrir penas de prisión. Enfermos y médicos expertos culpan la injerencia del Ministerio de Salud que se ha opuesto ferozmente durante mucho tiempo a la legalización del uso médico del cannabis. «Hay un consistente esfuerzo por parte del Ministerio de Salud para que la ley no entre en vigor», dijo el Dr. Tomas Zabransky, asesor en materia de drogas de la ONU y de la UE.
El ministerio niega un bloqueo deliberado al acceso al cannabis medicinal, pero pocos cuestionan las trabas que sus políticas han levantado para que los pacientes no puedan acceder legalmente al cannabis. El Ministerio de Salud prohibe que las compañías de seguros de salud cubriesen el costo del cannabis medicinal, y fija la cantidad máxima permitida por enfermo a 30 gramos por mes, cantidad que Zabransky dice es a menudo lamentablemente escasa para proporcionar un remedio efectivo. El gobierno también permite importaciones de sólo cuatro tipos de cannabis obtenidas sólo de los Países Bajos, producida por la empresa Bedrocan a un costo de unos 10 dólares (7’50 EURos) por gramo – prohibitivo para la mayoría de los pacientes en un país donde el salario mensual medio es de 1.300 dólares (950 EURos) y la pensión media de 500 dólares (370 EURos).
Fuente: Cannabis-med