La reunión invernal de gobernadores del país llegó a la conclusión de que es improbable que otros estados legalicen la marihuana como Colorado y Washington
La iniciativa de la Casa Blanca para elevar el salario mínimo y el debate desatado por la legalización de la marihuana en dos estados de EE.UU. agitaron este fin de semana el debate en la reunión invernal de gobernadores del país, que se celebra hasta el lunes en Washington.
La posibilidad de elevar el salario mínimo a 10,10 dólares la hora generó una discusión muy dividida entre gobernadores demócratas y republicanos, mientras que el debate sobre la marihuana sí deparó una conclusión clara: que es improbable que otros estados sigan pronto el ejemplo de Colorado y Washington, donde la droga es legal.
Las dos primeras jornadas de la reunión de la Asociación Nacional de Gobernadores (NGA) concluyeron con una cena en la Casa Blanca, en la que el presidente, Barack Obama, aseguró que si los estados cooperan con el Gobierno federal, éste será un «año lleno de avances para el pueblo estadounidense».
«Eso, por supuesto, requerirá que tomemos acciones colectivamente en lo que importa a los ciudadanos: empleo y oportunidades. Y cuando tenemos un Congreso que en ocasiones parece tener dificultades para actuar, quiero asegurarme de que tengo la oportunidad de cooperar con todos vosotros para ayudar a más estadounidenses», dijo Obama.
El mandatario, que el lunes se reunirá con los gobernadores, tiene previsto anunciar esta semana varias iniciativas para potenciar la creación de empleo para las que requiere la cooperación de los líderes estatales, como la apertura de dos centros de manufactura en Illinois y Michigan que divulgará el martes.
Además, la Casa Blanca no ha ocultado su intención de aprovechar la reunión bianual para impulsar el debate sobre la iniciativa para elevar el salario mínimo y el propio Obama instó a los gobernadores a apoyar esa idea al comienzo de la cita el viernes.
El gobernador de Connecticut, el demócrata Dan Malloy, respaldó hoy la iniciativa y aseguró que elevará gradualmente el salario mínimo en su estado hasta llegar a los 10,10 dólares la hora el 1 de enero de 2017, con el fin de ajustarse al alza del coste de vida.
«Sabemos que la gran mayoría de la gente que tiene salario mínimo está intentando sostener a una familia», señaló Malloy.
En cambio, el gobernador de Indiana, el republicano Mike Pence, rechazó la propuesta y aseguró que el verdadero motor para la recuperación económica será la innovación de cada estado.
«Creo que el mensaje básico, señor presidente (Obama), es que necesitamos más libertad y más flexibilidad», indicó Pence.
Por otra parte, Malloy, Pence y otros dos gobernadores descartaron la posibilidad de despenalizar la venta y el consumo de marihuana en sus estados, en una entrevista en la cadena CNN.
El gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, respondió con un rápido «no» a la pregunta de si legalizaría la marihuana; igual que Pence, quien subrayó que se ha opuesto a esa posibilidad «durante mucho tiempo» y lo seguirá haciendo.
Tampoco se mostraron abiertos a ello Malloy y el gobernador demócrata de Missouri, Jay Nixon, quienes consideraron más viable que cada vez más estados despenalicen la marihuana para fines médicos, como ya ocurre en 20 territorios.
«Creo que nuestro Congreso (estatal) podría considerar esa opción (del uso medicinal), pero ir más allá de eso sería andar sobre un puente que no se ha construido aún», indicó Nixon.
Malloy afirmó que su estado ya ha ido «lo más lejos que va a ir» en el debate sobre la marihuana, dado que la ha legalizado con usos medicinales y ha despenalizado la posesión de pequeñas cantidades.
Agregó que los legisladores estatales, como los que plantean la posibilidad de legalizar la marihuana en Maryland, no deberían «inclinarse por esa vía debido al dinero», es decir, por los impuestos que generaría la venta legal de la sustancia.
La reforma sanitaria impulsada por Obama y que ha comenzado a aplicarse a través de los estados también estuvo en la agenda y el gobernador de Vermont, el demócrata Peter Shumlin, criticó a los republicanos que se niegan a abrir mercados de seguros de salud en sus territorios «sólo porque no les gusta el presidente».
«Las páginas web se arreglan; nosotros estamos arreglando la nuestra, y el programa federal está funcionando mejor», dijo Shumlin sobre los problemas informáticos de los últimos meses.
Fuente: LaVanguardia