Jorge Fernández Díaz, Ministro de Interior, vacilaba en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, de las incautaciones de droga del primer trimestre del año. La tontería cesó cuando el diputado del PNV Emilio Olabarría aseguraba que podría citar nombres de ministros, jueces, y mandos policiales que han consumido drogas ilegales. «Le podría citar, y no lo voy a hacer», decía jocoso. Toni Cantó, diputado de UPyD, también se lo pasaba en grande. Después el Ministro eludió el asusto, prefería guardar silencio.

Esta escena se desarrolló hace más de un mes. Después de lo que el señor Olabarría ha desvelado, no sabemos quiénes de los ministros han consumido ni en qué condiciones. Y como al Parlamento no irá ningún dispositivo policial a cachear a sus señorías ni a hacerles controles de dopaje, aunque sin duda lo merecen, son todos sospechosos mientras que la ley no cambie.

Aunque no es mucho especular que sus señorías consuman cannabis. Según comentó Vestringe en Telecinco, el Ministro de Interior Jorge Fernández Díaz acude a casas de citas, y todos sabemos que en estos clubes, el ambiente es más de cocaína que de cannabis, aunque la marihuana y el sexo pueden enlazar muy bien.

Eso sí, mejor pensar que los miembros del gobierno consumen drogas ilegales en circustancias de alterne que no desarrollando leyes y aprobándolas en el Parlamento, en perjuicio de la mayoría de ciudadanos.

Javier Elzo, catedrático de sociología y colaborador de la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción), ha definido dos perfiles de consumidores: «El hedonista ilustrado que calcula sus planes para prolongar su diversión y evitar hacerse daño y el Jouisseur que está dispuesto a morir por el gozo».

Entre nuestros ministros, el más apto para ejercer de camello, por su cartera, es el de Interior. Ahora mismo en el Ministerio de Interior, de hachís deben andar servidos, con tanto alijo decomisado (más de 85 de toneladas en dos días, más que en el primer trimestre de 2013). Y de marihuana lo mismo, ya que hay dependencias policiales hasta los topes habilitadas como secaderos oficiales.