Químicos, biólogos, genetistas y médicos uruguayos se han unido para estudiar los «beneficios y contraindicaciones» del uso del cannabis a nivel humano mientras el Gobierno avanza en la implementación de la ley que regula la producción, distribución y venta de marihuana en el país.
El objetivo es «estudiar» desde «el punto de vista biológico, químico y médico todo lo que rodea a la marihuana y su consumo», destacó el magíster en biotecnología Nelson Bracesco, profesor del departamento de Biofísica de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar).
El grupo, que recientemente realizó un estudio similar sobre las propiedades de la tradicional yerba mate consumida en el país, se completa con el genetista Búrix Mechoso, profesor de la cátedra de Farmacognosia de la Facultad de Química; los químicos Carlos García y Guillermo Moyra; y el doctor en Neurociencia Atilio Falconi, profesor del Laboratorio de Neurobiología del Sueño del departamento de Fisiología de la Udelar.
Algunos de los científicos son expertos en el tema del «sueño y la vigilia» y analizarán el posible uso del cannabis para tratamientos de insomnio, agregó.
La tarea de los genetistas es «identificar» los tipos de cepas de marihuana que existen en el país «para llegar a una carta de identidad» de las mismas y «generar un banco de datos nacional».
Bracesco destacó que las plantas de cannabis «tienen cerca de 500 componentes distintos» y los químicos del grupo analizarán las «diferentes concentraciones» de ellos en cada cepa porque dependiendo de las mismas cambian los efectos en los consumidores.
El científico destacó que debido a la prohibición del consumo de marihuana en la mayoría de los países son «pocos los estudios a nivel humano» realizados.
Descartó asimismo que los análisis que realizará el grupo tengan el propósito de «alentar o impulsar» el consumo de marihuana.
El consumo «es una decisión particular y en eso no nos metemos. Lo que buscamos es aportar una visión científica y rigurosa sobre el tema del cannabis», afirmó.
Bracesco dijo, además, que «personalmente» es «contrario» al consumo de cigarrillos «del tipo que sean».
E hizo hincapié en que todos los científicos que integran el grupo pertenecen a la Udelar y son neutrales en el debate surgido sobre la cuestión.
«No tenemos vínculos ni intereses políticos ni relación con la actividad privada: somos científicos cuidadosos y conservadores», enfatizó.
El especialista adelantó que «todos» los resultados que surjan de las investigaciones «serán difundidos» tanto en revistas especializadas «como de forma mas llana para que le llegue e informe a todo el que le interese el tema».
En cuanto a los tiempos, dijo que están a la espera de la reglamentación de la nueva legislación uruguaya, que debe finalizar en abril, «para tramitar autorizaciones y eventuales apoyos económicos» para los estudios.
«No hemos tenido contactos con científicos del exterior, pero seguramente se darán cuando los estudios estén en marcha, al igual que el intercambio de información».
La nueva ley, impulsada por el presidente uruguayo José Mujica, ha generado polémica a nivel internacional y nacional, al establecer taxativamente el «control y la regulación por parte del Estado de la importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización, distribución y consumo de la marihuana y sus derivados».
Mujica ha señalado en varias oportunidades que lo que busca es una «alternativa» para luchar contra el narcotráfico a la vista de que por la vía de la represión «la batalla está perdida en todo el mundo y desde hace tiempo».
La ley fue aprobada el pasado 10 de diciembre por el Parlamento uruguayo y promulgada dos semanas después por Mujica.
La Junta Nacional de Drogas (JND) tiene cuatro meses de plazo a partir del visto bueno legislativo para su regulación antes de la entrada en vigor.
El secretario de la JND, Julio Calzada, ratificó esta semana que en el mes de abril «estará disponible la reglamentación de la ley en cuanto al uso recreativo de la marihuana», pero adelantó que las normas para su utilización con fines terapéuticos «demorarán unos meses mas» por tratarse de un tema de «mayor complejidad».
La experiencia uruguaya ha sido recibida con interés en algunas naciones, sin embargo dos tercios de la ciudadanía uruguaya la rechaza según las encuestas.
Fuente: DiarioDeNavarra